Por: Juan Botía
La oferta musical de Brooklyn está casi siempre a la vanguardia. Esto no sólo en géneros, sino también en invenciones. Esta vez es el turno de DIVE, que se presenta con una alquimia entre el shoegaze y el grunge, con toques de electrónica y una modesta influencia del indie.
Su sonido ambiental responde a que sus composiciones tienen tanto de sencillas como de oscuras, y ello desemboca en canciones con un sabor subterráneo y fósil. Guitarras ligeras cargadas de un eco que es en esencia el alma misma de la banda, y una voz de cueva que fortifica el aire de tierra mojada que transmite su música.
En noviembre 29 se publicó el single ‘Human’, que revela el mismo sonido envolvente y pálido que está fraguando su estilo, con punteos suaves y una intensidad atmosférica que transporta al oyente y lo deja caer sobre la banda misma.
DIVE recurre a la metáfora de invertir el orden natural de las cosas: mientras que su música es pálida e incluso melancólica, sus letras guardan un romanticismo muy agudo y pronunciado. Todo esto le da a la banda una identidad dual que le va muy bien con el amasijo de sonidos que se ha propuesto crear, y que lo incluye, con mérito, en lo inclasificable.
Tweet