David Lynch siempre se ha caracterizado por su estilo críptico y alegórico como director, en “Eraserhead” pudimos ver los primeros vestigios de este estilo que no nos revela mucho de la trama en principio pero que logra comprimir toda la película y desarrollarla en las escenas finales. Podríamos decir entonces que “Mulholland Drive” es la película que perfecciono el “bizarro edge” de Lynch como director.
La historia empieza con una mujer que sufre un accidente automovilístico y pierde la memoria, la mujer llega hasta una casa en donde una aspirante a actriz llamada Betty la recibe, cuando revisan el bolso de la mujer descubren un fajo de billetes, una llave azul y un nombre: Diane Selwyn; con esas pistas la mujer y Betty emprenden una búsqueda para recuperar su identidad, pero la historia ira girando y torciéndose hasta llegar a una conclusión inesperada.
La sinopsis anterior nos haría pensar que estamos hablando de una película simple cuya única virtud es una narración en reversa y un giro de 180° al final, y si estuviéramos hablando de Michael Bay y no de David Lynch podríamos estar en lo cierto. Lynch logra tomar esta premisa tan aparentemente básica y construir una galería de signos e imágenes complejas que convierten la película a nivel visual en…bueno, el equivalente cinematográfico de una ensalada de frutas de paloquemao, una amalgama visual de imágenes cautivadoras que van de lo hermoso a lo nauseabundo, pero ojo, nada en esta película sobra, todo lo visual en esta película es fundamental para la trama y ese si es el gran mérito de Mulholland Drive convertir al lenguaje alegórico en la herramienta principal de la narración.
El filme no solo vale la pena vérselo,sino comprarlo y en una de esas ediciones especiales que vienen hasta con un pelo púbico del director (aunque tal vez eso solo pase con las películas de John Waters), es una película que reta, que sorprende y que definitivamente no pasa desapercibida, es un film supremamente complejo, no es una película para dominguear con la novia o con la moza, le pedirá toda su atención y a cambio le dará una forma nueva de pensar el cine.
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