Lejos de un contexto narrativo, Erin Cone describe por medio de pinturas la belleza de la figura humana, explorando formas de expresión corporal que resaltan el singular encanto de esta. Las definidas líneas de su trazo crean contrastes de color en las imágenes, haciendo que estas transmitan un fuerte impacto visual que se opone a su delicada forma de representar la figura.
Además, Erin consigue desafiar el realismo, integrando el detalle de este, con lo simple y abstracto del minimalismo. De esta manera sus pinturas evocan emociones sin definirlas y transmiten la simple inercia del cuerpo, que reacciona tanto a estímulos externos como internos. -Juliana Mira
